El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la elaboración del primer Protocolo Andaluz para la Atención a Mujeres con Problemas de Adicciones Víctimas de Violencia de Género, cuya finalidad es garantizar una atención integral e integrada a las mujeres que presentan problemas de adicciones y son víctimas de violencia de género, mediante un marco técnico institucional que regule la actuación y coordinación de los equipos profesionales implicados en los diferentes dispositivos de las redes de atención, tanto de adicciones como de violencia de género.
Entre sus objetivos destacan sensibilizar a los equipos profesionales para que incorporen la perspectiva de género de forma transversal en su actuación sin revictimizar a la mujer por su condición, adicción o por sufrir o haber sufrido una situación de violencia de género; así como sensibilizar de la importancia y del impacto de la violencia de género entre las mujeres con problemas de consumo de sustancias o conductas adictivas.
Del mismo modo, el protocolo pretende facilitar estrategias adecuadas a los equipos profesionales tanto para la detección de su adicción como de situaciones de violencia de género y la prevención del agravamiento de éstas. Además, procura mejorar y normalizar los canales de derivación y coordinación entre todos los equipos de profesionales involucrados en la atención a las mujeres que están expuestas a una situación de violencia de género y tienen problemas de adicción o viceversa, para ofrecer una atención integral, rápida y efectiva antes de que la situación de la mujer se cronifique e implique un mayor riesgo para ella o para las personas a su cargo. También busca registrar los casos para su monitorización y vigilancia epidemiológica.
Además, se identifican los ámbitos de actuación estratégicos, tanto en la atención como en la intervención y derivación entre recursos. Así, en cuanto a la atención, se dispone cual es el modelo de entrevista de valoración de la violencia de género, se establecen una serie de recomendaciones generales para la entrevista de exploración de violencia de género, y se establecen pautas para la de valoración de la peligrosidad.
En cuanto a la intervención y derivación entre recursos, se incluye entre otros un plan de seguridad personalizado para cada víctima con medidas de autoprotección, la comunicación a la fiscalía de la situación de violencia de la mujer, la intervención desde los recursos de adicciones como Centros de Tratamiento Ambulatorio y Centro de Encuentro y Acogida o la intervención desde los recursos de atención a víctimas de violencia de género: Centros de Emergencias, Casas de Acogida, Pisos Tutelados y Centros provinciales y Municipales del Instituto Andaluz de la Mujer.
La formación a los profesionales para el desarrollo de este protocolo comenzará en septiembre y se prevé que el protocolo se empiece a implementar a finales de 2023. Finalmente, según recoge el documento, la probabilidad de que las mujeres con problemas de adicciones sufran violencia de género se multiplica. Diversos estudios internacionales señalan que las mujeres en tratamiento por adicción víctimas de violencia de género tienen una incidencia tres veces superior a la de población general.